
Según la Organización Mundial de la Salud, la violencia sexual abarca actos que van desde el acoso verbal a la penetración forzada y una variedad de tipos de coacción, desde la presión social y la intimidación a la fuerza física.
En otras palabras, no tiene que haber violación o penetración, para que se considere violencia sexual, y este fenómeno se puede dar en distintos ámbitos, desde la calle y el trabajo, hasta los mismos hogares.
En ese sentido, en muchos casos el agresor es la misma pareja o expareja de la víctima. Pero recuerden, la existencia de una relación sentimental no justifica ni le da permiso al victimario de forzar actos sexuales sin el consentimiento de su pareja.
Si ha sido víctima de este fenómeno, denuncie.
La violencia sexual es quizás uno de los tipos de violencia que más secuelas deja en las víctimas, pero aún así hay muchos casos que no se denuncian por miedo, vergüenza o la relación de dependencia con el victimario. Conozca algunas de las historias recopiladas por Vanguardia.

Martes 23 de marzo de 2021
‘Mi mejor amigo me echó algo en la bebida y me violó’
Relato de una mujer de 34 años que denuncia que uno de sus más cercanos amigos le echó algo en una bebida y luego la violó sexualmente. Actualmente, la víctima tiene cuadros de depresión y ansiedad. Esta es su historia.
