Con la expansión de la vida comercial de Bucaramanga, las agencias de viajes y sitios recreativos a las afueras de la ciudad fueron ocupando espacio entre los consumidores.
Las vacaciones soñadas se ofrecían por doquier, se mostraba el placer de viajar en sofisticados aviones y conocer destinos como Europa, Miami o San Andrés Islas era imperdible. Salvo por los valores de los viajes, este tipo de anuncios parece no haber cambiado con el paso de los años.