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  • Asociatividad y clústeres, empresarios avanzan en bloque en Santander
Exportar en bloque, buscar nuevos mercados o lanzar un producto, son ejemplos exitosos donde las iniciativas de asociatividad marcan una nueva pauta para el desarrollo empresarial de Santander.

Si de asociatividad se trata, en Santander la Asociación de Productores de Bocadillo, Asoveleños, es un ejemplo de exponer. Son 25 empresas productoras de la región de Vélez que decidieron hace 10 años juntar esfuerzos para poner el famoso bocadillo veleño en el exterior.

Hoy, esa conjunción sumó más fábricas hasta completar 80 productores de diferentes actores de la cadena que producen 20 millones de kilos cada año. Casi un 20% de esta producción se exporta con la marca Bocatello y se vende en países como Estados Unidos, Canadá, Chile, Panamá, China y en algunos de Europa.

Algunos productores de café también van por el mismo camino, apuntándole a la diversificación de granos especiales. El año pasado lanzaron la marca ‘Sendero y Sombra’, bajo la batuta de la Cámara de Comercio de Bucaramanga, que le está apostando a la consolidación de clústeres en sectores destacados de la economía de la región.

Pero, ¿por qué apostarle a través de clústeres? Pues bien, de acuerdo con la directora de iniciativas clúster de la Cámara de Comercio de Bucaramanga, Silvia Amorocho, la idea de apalancar desde la institución este tipo de iniciativas corresponde a un esfuerzo de largo aliento que nació hace algunos años por impulsar los sectores económicos de Santander.

7.000 millones de pesos se han invertido en proyectos de iniciativas clústeres hasta el momento en Santander, cofinanciados en su mayoría por Innpulsa Colombia.

“Nosotros arrancamos todo este proceso con un análisis de la realidad económica para analizar cuáles eran los sectores o cadenas productivas con mayor proyección, entre los que se encontraron construcción, salud, agroalimentos y la industria de petróleo y gas, y se adoptó con ellos una metodología conocida como Ruta Competitiva, así pudimos establecer las estrategias a futuro y tener un plan de acción muy claro que es construido conjuntamente entre todos los actores, incluyendo empresas y sector académico”, indica.

Precisamente en el sector de agroalimentos se escogieron las cadenas de café y cacao para intervenirlas con proyectos específicos direccionados desde las mismas empresas y alineadas con las estrategias a futuro requerimientos de los nuevos mercados. De allí nació como victoria temprana la marca de café que recoge la producción de más de 20 cultivadores de la región.

Así mismo, en materia de industria también se trabaja en la consolidación del clúster de energía, como una iniciativa que abarca la industria de petróleo y gas.

La Cámara de Fedemetal de la ANDI busca poner a disposición de la industria aeronáutica el potencial de la industria metalmecánica.

“Debido a la coyuntura que pasó el sector y como una opción para desligar las empresas asociadas a la coyuntura petrolera, se está reestructurando el cluster que ahora denominamos energético como una opción para que las empresas de servicios especializados diversifiquen sus mercados para que no sean dependientes del petróleo; allí están incluidas las empresas de metalmecánica”, agrega la Directora de iniciativas cluster de la CCB.

La dinámica arroja, según la experta, resultados muy positivos para los empresarios ya que se alejan de sus problemas cotidianos de tipo administrativo para pensar en perspectiva hacia el futuro en relación con la ampliación de mercados y diferenciarse en estos. “No se pretende que este sea un estudio más del sector, sino la elaboración de un plan que enseguida termina de plantearse, hay que implementarse para darle movilidad a estos temas”, indica la experta.

En la misma perspectiva se encuentran asociaciones de empresarios que se han implantado en la región y que buscan promover objetivos comunes y consolidarse como un espacio para reflexionar sobre el desarrollo de las empresas. Una de las más conocidas en la región es la Asociación Nacional de Industriales, ANDI, Santander, que actualmente trabaja también en proyectos asociativos.

“Buscamos la producción en escala y el acceso a oportunidades. Tenemos un programa donde compartimos esfuerzos en cuanto a recurso humano, nos unimos 10 empresas de la ANDI para contratar una consultoría de talento humano, lo que se volvió un club de buenas prácticas y no solo en talento humano, sino de varios aspectos como internacionalización e innovación. Hay un esfuerzo adicional y es cómo este esfuerzo en asociatividad podemos participar de cadenas de valor más grandes”, indica el presidente de la junta directiva de la entidad en Santander, Fabio García.

De acuerdo con el empresario, las iniciativas conjuntas les han permitido participar de encadenamientos productivos con la industria minero energética, y consolidar la oferta industrial de Santander para ponerla a disposición de proyectos como Ruta del Cacao.


Compradores de nicho

El café como commodity ha sido de los principales productos de exportación de Santander, sin embargo, contar con una marca propia de café procesado es un logro que puede mejorar las condiciones económicas y de bienestar para las familias involucradas en este proyecto.

“Acá todavía hay un proceso largo por hacer y es seguirlos acompañando en el proceso productivo y ayudarlos a generar unos protocolos. En Santander tenemos unas variedades y características que nos favorecen en el mercado pero que requieren una producción de la forma correcta y acceder a certificaciones”, indica el directivo de la ANDI.

Sin embargo, las proyecciones van más allá del grano y ahora el cluster busca generar subproductos a partir de la cáscara de café que se están trabajando con la Universidad Industrial de Santander, UIS.