
Restaurantes y bares
Restaurantes le ponen persistencia a la crisis
A pesar de las desalentadoras cifras, el gremio de restaurantes en Bucaramanga asegura sentirse más fuerte para trabajar por reactivar este subsector.
“La esperanza es lo último que se pierde”. Esa es la consigna a la que los empresarios del gremio de los restaurantes en Bucaramanga y su área metropolitana se aferran para seguir luchando y salir victoriosos de la difícil situación económica que el COVID-19 les deja.
La fuerza de voluntad, característica de la raza santandereana, los impulsa a seguir trabajando en equipo por sacar a flote sus empresas y aportar a la recuperación económica de la región, pese a las desalentadoras cifras.
Más de 2.500 restaurantes hasta septiembre pasado no renovaron su matrícula mercantil, según la Cámara de Comercio de Bucaramanga, CCB, y los que siguen en pie han tenido una caída de hasta el 90 % en las ventas, según Acodrés capítulo Santander, el gremio que los asocia.
Diego González, gerente del Grupo Empresarial G3, que reúne a Mia Nonna, Zekkei y Cortés, reconocidos restaurantes de la ciudad, dice que uno de los retos más difíciles fue lograr transformar sus cartas para convertirlas en un menú apto que pasara de brindar experiencias plenamente presenciales a lograr captar los sentidos a través de la comida a domicilio. En esto también coincide Claudia Prieto, socia de Hamburguesas El Garaje.
“Antes no veíamos el domicilio como algo importante, porque no representaba ni el 1 % de nuestras ventas. Ahora es un pilar fuerte que queremos seguir manteniendo, porque logramos explotarlo y sabemos del potencial que tiene. Además, fue una de las formas que nos ha permitido seguir adelante”, comenta Diego González.
Carlos Contreras, líder de Acodrés en Santander y propietario de dos restaurantes en Bucaramanga, destaca la resiliencia y persistente reinvención de los empresarios de su gremio.
“Vimos cómo los restaurantes sacaron lo mejor de sí para reponerse a la situación, ideando nuevas formas de vender, de llegar a sus clientes y poder hacerle frente a la difícil situación”. Carlos Contreras
Unidos para impulsar
Con el fin de reactivar su actividad comercial y así apalancar la recuperación de la economía, desde Acodrés se trabaja en diferentes estrategias que, con el apoyo de la CCB y Fenalco, buscan aumentar las ventas y generar desarrollo en todos los actores de la cadena productiva de este subsector.
Una de las primeras actividades se puso en marcha desde mediados de septiembre e irá hasta el próximo 17 de octubre. Se trata de “Héroes”, el festival gastronómico colaborativo que busca involucrar a restaurantes y pastelerías con sectores económicos como el agropecuario y de servicios, en una especie de red colaborativa.
“Con estas estrategias buscamos generar un nivel de cooperación entre empresarios locales basado en la idea ‘Santander le compra a Santander y le vende a Santander’. Así que también está en el compromiso de la gente en apoyar los negocios locales”, agrega el chef Carlos Contreras.
Del mismo modo, hace algunas semanas la CCB anunció la puesta en marcha del “Plan de Reactivación Empresarial de Santander”.
“Sin ningún costo brindaremos las herramientas necesarias para que puedan implementar sus protocolos de bioseguridad, utilizar nuevos canales de comercialización, acceder a la oferta de financiación que existe en el mercado, ingresar a mercados internacionales, capacitarse y recibir nuestro apoyo a través de consultorías y asesorías”, explica Juan Camilo Beltrán, presidente Ejecutivo de la CCB.
A partir de su reapertura, el pasado 1 de septiembre, el subsector restaurantes empezó a mostrar un aumento de hasta 25 % en ventas; el gremio espera en un año empezar a mostrar cifras de recuperación más altas y así subsanar las deudas acarreadas por esta crisis.
53,4 % de los empresarios han visto disminuidas sus ventas entre el 61 % y el 100%, según el informe del comercio formal en Santander, presentado por Fenalco.
Los bares siguen luchando
Con el cierre del 65 % de los bares del área metropolitana de Bucaramanga, según Unibares Santander, este gremio del comercio considera ser uno de los más golpeados por las medidas de confinamiento decretadas a raíz del COVID-19.
Sin embargo, el 35 % restante que sobrevive a la crisis trabaja desde septiembre en pilotos de reapertura conjuntamente con la Alcaldía de Bucaramanga.
“Nuestra proyección con la reactivación del sector es poder ser autosostenibles, es decir, cubrir los gastos de operación y, entre ellos, generar empleo que ayude a recuperar la economía. Sabemos que tardaremos por lo menos de 24 a 36 meses en empezar a generar utilidades que permitan asumir las deudas adquiridas por la inoperatividad”, afirma René Rincón, vocero regional de Unibares.
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