
El papel de lo público
Esfuerzo conjunto, la clave de la recuperación regional
Más allá de los intereses políticos, Santander debe tener un plan de reactivación de mediano plazo que integre a gobernantes, academia y sector productivo.
La fragilidad del ser humano y de su confort quedó en evidencia en la contingencia provocada por la pandemia del COVID-19 que, afectando sólo a la salud, debilitó la economía, secuestró la libertad y la vida social, y creó desconfianza en el otro.
Estas circunstancias son las que demandan el liderazgo de los gobernantes y el ejercicio del poder del Estado para garantizar la supervivencia y convivencia ciudadana, y para poner en marcha medidas audaces que permitan mantener el sistema productivo y la economía del territorio.
En Santander, las autoridades departamental y municipales siguieron las disposiciones del Gobierno Nacional para contener y mitigar el contagio y propagación del virus.
El gobernador Mauricio Aguilar fue el primero en adoptar el confinamiento obligatorio al decretar toque de queda a partir del 20 marzo, cuando en Bogotá se hablaba de simulacro vital.
El alcalde de Bucaramanga, Juan Carlos Cárdenas, dijo que, al decretarse el aislamiento preventivo obligatorio, lo primero que hizo fue establecer tres líneas de intervención: salud y protección de la vida, bienestar social y seguridad alimentaria y reactivación económica, con proyección a seis meses.
Los gobiernos departamental y nacional invirtieron en Santander más de $48.000 millones para atender la emergencia sanitaria, fortalecer la vigilancia en salud pública y pagar al personal médico.
El gobierno departamental, además de poner en marcha las medidas de bioseguridad en todos los municipios para contener la propagación del virus, concentró su atención en reforzar el sistema de salud con 1.728 camas hospitalarias y Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), para fortalecer la vigilancia en salud pública.
Las medidas adoptadas por las autoridades y la disciplina de la mayoría de los santandereanos para asumir el aislamiento obligatorio permitieron frenar el avance del contagio hasta la última semana de junio, cuando se dispararon los casos. Pero ya se había fortalecido la red de salud y se evitó su colapso.
Las estrategias de salud y seguridad alimentaria, que incluyó la entrega de mercados a cerca de 180.000 familias por parte de la Alcaldía de Bucaramanga y de la Gobernación de Santander, funcionaron bien en tiempos de cuarentena, según el balance de las autoridades.
Así se apalancará la reactivación
Superada en gran medida la atención en salud y alimentaria, el reto ahora es la reactivación de la economía, tarea que será lenta y dispendiosa, y dependerá de la unión de esfuerzos entre lo público y lo privado, más la voluntad del Gobierno Nacional.
Antonio Pulido Flórez, catedrático y experto en planeación, afirma que “bajo un régimen centralizado como el nuestro, los gobernantes regionales muy poco pueden hacer, diferente a gestionar ante el Gobierno central recursos necesarios para apalancar actividades productivas y generadoras de empleo” que incentiven la demanda, ojalá de productos locales.
Estas acciones deben dirigirse a estimular la producción agropecuaria y manufacturera, que son el soporte de la economía regional, pero requieren “apalancamiento financiero para reactivarse y recuperar sus indicadores de capital, empleo, mercado y productividad”, explica este experto.
El alcalde Juan Carlos Cárdenas ha dicho que la reactivación económica en Bucaramanga inició 30 días después de decretarse el aislamiento obligatorio.
“El 27 de abril reabrió actividades el sector vivienda, una semana después las manufacturas, luego los talleres, concesionarios y algunos centros comerciales”, siendo la primera ciudad del país en reactivación.
Para el apalancamiento financiero de micros y pequeños empresarios, y economía informal, dice, se cuenta con la línea de crédito Bancóldex ‘Bucaramanga Responde’, por $8.100 millones, y para generar empleo masivo se prevé iniciar la construcción de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales que demanda la inversión de un billón de pesos, y ante el Gobierno Nacional gestiona recursos para infraestructura vial.
Generación de empleo
El gobernador Mauricio Aguilar informó que se incentivará la reactivación de micros y pequeños empresarios y de unidades no formalizadas con la línea de crédito Bancóldex ‘Santander Responde’, por $36.200 millones, y junto con Norte de Santander se logró el primer piloto de vuelo comercial en el país, que sirvió para la reapertura del transporte aéreo, el turismo y su cadena de valor.
También dice que mediante la ejecución de obras en Unipaz, las UTS y UIS se generarán más de 900 nuevos empleos, y el Plan de Desarrollo Departamental contempla una inversión de $6.4 billones en salud, educación, infraestructura, seguridad y medio ambiente, para generar conectividad, competitividad, desarrollo y apalancar la creación de 40.000 empleos y 5.000 emprendimientos.
Para el agro, el gobierno departamental tiene previsto el mantenimiento de 500 kilómetros de vías terciarias y un programa de agroinsumos con el aporte del 30 % del valor de la compra de los productores, una cuantía máxima de un millón 300 mil pesos.
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