
Comercio
Comercio, actor estratégico para frenar la desaceleración
Los santandereanos han transformado sus negocios para garantizar la supervivencia del comercio, a través de protocolos de bioseguridad.
Generar las condiciones para que los santandereanos reactiven el consumo es uno de los grandes retos del último trimestre del año.
Para la Gobernación y los gremios es prioritario establecer acciones, siempre de manera conjunta entre los sectores públicos y privado, con el fin de garantizar el empleo y, por ende, de la economía en general.
Las actividades que fueron consideradas no prioritarias tuvieron una considerable caída y muchos locales fueron cerrados y los negocios liquidados.
El panorama en Colombia es de 82.000 negocios cerrados en los primeros cinco meses de la pandemia y se tiene estimado que al finalizar el año se llegue a 150.000 empresas.
Entre marzo y abril la cifra de empleos perdidos era de 1’700.000. El comercio representa el 29,1 % del empleo urbano del país y la tasa de desempleo ya llegó a cifras históricas de más del 20 %.
Pero Santander espera, a fin de año, convertir lo negativo en positivo y nuevamente crear las condiciones y confianza necesarias para que los compradores vuelvan a los negocios y haya una dinámica que permita nuevamente un crecimiento en dígitos positivos.
“Esperamos que en este último trimestre nuestros gobernantes generen una necesaria y ágil reactivación económica, ya que las empresas no aguantan una restricción más. Las ventas perdidas son irreparables y las empresas este año buscarán sobrevivir a esta crisis en lo que resta del 2020 buscando apalancamiento financiero, reducción de gasto e incentivando el consumo a partir de promociones y precios especiales seguramente bajando contundentemente sus márgenes de rentabilidad pese a un dólar por encima de 3.600 pesos”, asegura Alejandro Almeyda Camargo, director Ejecutivo de Fenalco Santander.
Lo clave, dice, es reactivar actividades a la par de la creación de una consciencia colectiva del autocuidado, de la seriedad de la situación coyuntural que estamos viviendo, del cumplimiento estricto de los protocolos de bioseguridad, y finalizar el año con la reapertura económica de forma responsable y segura, y hacer que la afectación sea lo menor posible.
Este período fue oportunidad para la reinvención, admite el vocero de Fenalco en Santander, pues las empresas sobrevivientes debieron transformarse y adaptarse para seguir en el mercado.
Situación como el cierre de las tiendas físicas y la caída en ventas a nivel regional y nacional hizo que asumieran el reto de la transformación digital para poder llegar a sus clientes; también le apostaron a la innovación, la incursión en nuevos modelos de negocios y el acercamiento a otros públicos.
Para Martha Moreno Rincón, gerente de Cacique el Centro Comercial, el principal reto que hay es trabajar en la confianza del cliente, para que se sienta seguro, sobre todo en materia de bioseguridad.
“No basta con poner unas medidas al ingreso o salida del local, sino que se debe transmitir con estrategias que deben involucrar, por ejemplo, a las redes sociales, mostrar los procesos que se cumplen en el comercio sobre la desinfección, el lavado de manos y la difusión de los certificados por buenas prácticas”, dice.
Los negocios relacionados con el turismo también le han apostado a no dejarse vencer luego de la crisis. El Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, Cotelco y Anato vienen trabajando para que el turismo se reactive y los restaurantes, bares, agencias de viajes, puestos de artesanías, entre otros, recuperen las enormes pérdidas del primer semestre y la región lidere nuevamente las actividades de aventura y cultura.
Más de 10.000 empresas del sector comercio en santander tenían aprobados los protocolos de seguridad para el reinicio de sus operaciones en septiembre.
Mercado automotor
El mercado automotor vio resultados significativos a partir de junio luego de la apertura parcial de algunos sectores. La importancia de ese sector, según lo explica el presidente Iván Duque en sus alocuciones, radica en los encadenamientos que genera con otras industrias como la metalmecánica y autopartes, y en la dinamización de actividades como el comercio de vehículos, reparación y mantenimiento, y venta de repuestos.
En julio el área metropolitana de Bucaramanga estuvo entre las cinco regiones con mayor número de vehículos nuevos matriculados con una participación del 3,6 % del mercado nacional.
Y en lo que respecta a matrículas de vehículos de carga, las noticias han sido alentadoras a partir del segundo semestre. Bucaramanga ocupó el quinto lugar nacional en junio con 62 nuevas, lo que representó un 40,9 % más que en el mismo período del año anterior.
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