Una ciudad puede ser grande o pequeña, tener un movimiento económico importante, pero si realmente quiere desarrollar a sus habitantes debe ser una ciudad que ofrezca la cultura como elemento principal de su crecimiento.

En el mundo de la cultura no hay lugar sino para los encuentros y las coincidencias. Por eso, el Teatro Santander será el escenario de la reconciliación, el alma cultural que fue y que desde ahora prevalecerá en el tiempo.

El Teatro Santander dentro del entorno del parque del Centenario será el sitio más incluyente en el que podrán participar, integrarse e interactuar todos los santandereanos sin distingos.

Reconstruimos entre todos el Teatro Santander para tener una ciudad más amable, culta y tranquila”.

Rafael Augusto Marín Valencia
Presidente Fundación Teatro Santander

Él no solo separa el escenario del espacio donde se ubican los espectadores del Teatro Santander; también es un deleite para los sentidos.

Este telón, único en el mundo, es una bella y majestuosa pintura que deja ver la imagen del que está a punto de convertirse en Patrimonio de la Humanidad ante la Unesco: hablamos del registro del Cañón del Chicamocha.

La referencia de ese punto geográfico para el telón del Teatro Santander no fue gratuita; no en vano el cañón es de una belleza natural irrefutable y además es un referente que atraviesa físicamente a nuestro departamento.

Es una obra de la maestra santandereana Beatriz González, en donde se ve descender el río en una visión dorada, desde los altos del teatro hasta las orillas del escenario.

Según la artista, “cada vez que alguien vaya a una función y vea el telón, recordará que nuestro cañón está constituido por una impresionante corriente de agua, que nace en las entrañas de la Sierra Nevada del Cocuy y que se une al río Suárez para formar finalmente el río Sogamoso”.

Ese paisaje, plasmado en el mural, nos recordará la belleza y el carácter indomable de nuestra geografía.

El telón se impone frente al escenario y estimula el espíritu de los santandereanos, no solo por su majestuosidad, sino también por los hermosos colores que despliega.

Y más allá de los ojos, en el alma de cada uno de los asistentes a las obras del Teatro Santander se revivirán con emoción las inmensas montañas y el río de luz del gran cañón.

El telón que se adecuó allí, que obviamente se bautizó con el nombre de ‘Chicamocha’, tiene 13 metros de ancho por ocho de alto.

Fue elaborado bajo la técnica de pintura en vinilo sobre lona. El telón tiene varias manos de pintura y hasta cinco veladuras, mientras que las cortinas tienen tres.

Vale decir que la artista González Aranda no solo lo pintó y no cobró ni un peso por su obra, sino que además gestionó ante Almacenes Éxito los $80 millones que costaron los materiales para su elaboración.

Su trabajo se expresa a través del dibujo, utilizando en algunos casos materiales no convencionales.

Le dicen ‘Telón de Boca Pintado’ y, a decir verdad, su presencia le da mayor imponencia al Teatro Santander. Estar frente a él es estar frente a una gran obra de arte, que eleva este escenario a la altura de los mejores del mundo.

Es el mejor ‘abrebocas’ de cada espectáculo de danza, teatro, ópera y concierto que se presente en este, el teatro de los santandereanos.