Hace 100 años se publicó el primer ejemplar del periódico
Seguimos creyendo en Santander
Un siglo después, en un acto heroico, persiste desde el periódico la defensa de principios como la verdad, la democracia, la imparcialidad, la independencia. Su legado de contribuir a orientar a una sociedad, no desfallece pese a las adversidades.

Hoy, hace 100 años, circulaba en la Bucaramanga de 1919 el primer ejemplar de La Vanguardia Liberal. En una ciudad que entonces apenas contaba con 24.919 habitantes, la gran mayoría dedicada a las labores del comercio de cigarros, se abría paso un diario que quería difundir el pensamiento liberal, en una época en la que los ideales conservadores dominaban el país.
Alejandro Galvis Galvis, nacido en Curití en 1891, estaba detrás de este empeño. Un siglo después es considerado el santandereano más ejemplar en la historia de la región. Su legado, Vanguardia, sigue firme como los fuertes árboles de siglos que no sucumben a los vientos de la violencia y el azar de los poderosos.
Los primeros pasos de Alejandro Galvis Galvis, tanto en la política como en el periodismo, se dieron en la universidad, ya con una clara orientación hacia las ideas liberales y junto a un grupo de jóvenes seguidores de Rafael Uribe Uribe. Como parte del apoyo a la candidatura presidencial de José Vicente Concha, Uribe dispuso que estos jóvenes tuvieran su propio espacio de difusión y promovió la creación del periódico Juventud Liberal a mediados de 1914, dirigido por Jorge E. Gaitán, y Alejandro Galvis Galvis.
Es así como en 1917, Alejandro Galvis Galvis fundó El Debate, que luego fusionaría con el diario El Liberal de Rodolfo Azuero, para dar origen a La Vanguardia Liberal. El primer ejemplar del nuevo periódico fue publicado el 1 de septiembre de 1919. Con un tiraje de 100 ejemplares, en un formato de cuatro páginas y un costo de tres centavos oro por ejemplar, el nuevo periódico quería promover la profunda convicción de los principios liberales de sus fundadores.

Un siglo después, en un acto heroico, desde el periódico se defienden principios como la verdad, la democracia, la imparcialidad, la independencia. Su legado de contribuir a orientar a una sociedad no desfallece pese a las adversidades. Muchas de ellas emergieron de manera simultánea al comienzo del diario. La polarización política durante la presidencia de Marco Fidel Suárez (1918-1922) imponía retos para el funcionamiento del periódico. Sacerdotes católicos cercanos al Partido Conservador promovían entre sus feligreses la consigna de evitar la lectura de periódicos liberales.
Su legado, Vanguardia, sigue firme como los fuertes árboles de siglos que no sucumben a los vientos de la violencia y el azar de los poderosos.
En medio de estas circunstancias, los problemas económicos del nuevo diario hicieron que la sociedad Azuero & Galvis Galvis se liquidara el 28 de febrero de 1921. Pero Alejandro Galvis Galvis decidió persistir y La Vanguardia Liberal continuó editándose bajo su responsabilidad, aunque esto le costara la excomunión a él y a todos aquellos que trabajaban en Vanguardia.
Con una prensa plena, Alejandro Galvis Galvis se dio a la tarea de unir a los principales pensadores de la región, en un espacio que se convertiría en el lugar de expresión de los ideales liberales, pero también en el espacio para el debate con argumentos de las ideas contrarias. Intelectuales, artistas, personajes políticos, empezaron a llegar poco a poco a las páginas de La Vanguardia Liberal, nombre que a propósito fue seleccionado de un concurso realizado por Galvis Galvis entre sus colegas liberales.

Crecimiento editorial
Tras superar los escollos iniciales, los logros no se hicieron esperar. Como parte de la celebración de los 300 años de Bucaramanga, en diciembre de 1922, se publicó el Anuario Ilustrado de La Vanguardia Liberal. Conscientes de la importancia del cumpleaños de la capital santandereana, representantes de diversos sectores aprovecharon las páginas de este anuario para publicitar sus productos y servicios. Así pues se inauguró en el periódico el desarrollo de productos editoriales especiales de interés para la región.
A partir de 1924, las páginas del periódico empezaron a crecer con ediciones semanales de hasta seis páginas y de ocho páginas los sábados. La Vanguardia Liberal empezó a tener un lugar de figuración en el panorama nacional. El periódico se convirtió en material de consulta obligada para los interesados en conocer las noticias de Santander, a la par que informaba a los santandereanos sobre los acontecimientos del país y del mundo.
A partir de 1933 comienza a publicarse el suplemento literario de los domingos, primero de manera intermitente, pero luego, tras una pausa, a partir de 1938 el suplemento se reconvierte en la sección literaria dominical y se consolida a lo largo de la década de 1940.
En 1936 se adquirieron un linotipo y una prensa Dúplex, que ampliaban la capacidad productiva del medio y se estableció una nueva sede tanto para los talleres como las oficinas administrativas. Las novedades abarcaron incluso el propio nombre del periódico, pues a partir de 1938 se eliminó definitivamente el artículo “La” para dejarlo simplemente Vanguardia Liberal, nombre que perdurará por más de 70 años. Así mismo, en 1936 se creó la sección deportiva que ya para 1940 era la preferida de los lectores.

El 6 de septiembre de 1952, cuatro trabajadores del periódico fueron gravemente heridos con armas de fuego en medio de un ataque perpetrado por desconocidos. La violencia alcanzó su punto máximo el 10 de enero de 1953. Ese día forajidos irrumpieron en las instalaciones del periódico y colocaron tres bombas en la prensa Dúplex. Los daños causados impidieron la publicación del periódico ese día y el siguiente.
Contra todo pronóstico y apoyándose en la colaboración de allegados de toda índole, como la Editorial Oriente, gerenciada por el jefe conservador Julio Martín Acevedo, el diario volvió a circular el 12 de enero, con un mensaje claro en su portada: “Aquí estamos”.
En la cotidianidad se presentaron varios tipos de agresiones contra personas asociadas al periódico. Por ejemplo, la Iglesia Católica en Santander fue una fuerte opositora del periódico durante estos años. Manuel Montagut Blanco, entonces redactor, criticó el accionar del Obispo de San Gil, Ángel María Ocampo. En represalia, Ocampo se alió con otros obispos de la región para promulgar un decreto que prohibió, bajo pena de excomunión mayor reservada a los prelados, la lectura, difusión y apoyo a Vanguardia Liberal, ya fuera en forma de anuncios, venta al público o fomento de su circulación.
Llegaron con el tiempo más agresiones. No obstante, la misión de informar se mantuvo intacta y valiente en las generaciones de trabajadores de Vanguardia, que sin importar hora, peligros o dificultades, siguen haciendo que el periódico llegué a tiempo a la cita con sus lectores en las mañanas.
En 1959, al cumplirse cuatro décadas de existencia de Vanguardia Liberal muchas cosas cambiaban a un ritmo considerable.
La expansión de la oferta informativa desde la radio y ahora de la televisión en Colombia, desde su llegada en 1957, sumado al desarrollo en las tecnologías de telecomunicación, planteaban un nuevo contexto para los periódicos colombianos.
En septiembre 1 de 1961, las celebraciones del aniversario 42 del periódico incluyeron la inauguración de una parte de las actuales instalaciones de Vanguardia Liberal. Un año antes, Alejandro Galvis Galvis adquirió una Rotativa Wood Hoe de cuatro unidades e impresión a color. Gracias a esta inversión, Vanguardia Liberal se convirtió en ese entonces en el único diario en el nororiente colombiano impreso en rotativa.
La celebración de los 50 años de Vanguardia Liberal, en septiembre 1969, marcó la culminación del relevo generacional en su liderazgo. Debido a sus compromisos diplomáticos como Embajador de Colombia en España, a partir de 1968, Alejandro Galvis Galvis decidió encargar la administración completa del periódico a su hijo Alejandro Galvis Ramírez.

En 1970, la adquisición de una rotativa Goss Tubular marcó la entrada definitiva de la era del color. De este modo, el periódico se adecuaba a la principal tendencia de los medios de comunicación de la época.
Con la dirección de Alejandro Galvis Ramírez se hizo el también esfuerzo por profesionalizar la actividad periodística. Era necesario adecuarse a los nuevos estándares de calidad en la producción del periódico.
De 1970 a 1975, el escritor y gestor cultural Jorge Valderrama Restrepo dirigió el magazín literario Vanguardia Dominical. Valderrama llevó al magazín a ser el mejor del país en su momento y este obtuvo reconocimiento en el contexto artístico hispanoamericano.
Líder en prensa regional
Por su parte, los ochenta fueron un periodo de nuevos desafíos en el campo periodístico. Las novedades de estos años evidenciaron también la capacidad de Alejandro Galvis Ramírez para liderar la transición tecnológica en Vanguardia Liberal. Se adquirieron nuevos equipos para que el periódico estuviera en una disposición permanente hacia el cambio tecnológico. Así pues, en 1984, se instaló la moderna rotativa Goss Urbanite.
Estos cambios se orientaron a fortalecer el principal capital del periódico: el compromiso con los intereses de la comunidad regional. Precisamente, en el proceso de proporcionar contenidos periodísticos más relevantes para los santandereanos, Vanguardia Liberal incursionó en el periodismo investigativo. De la mano de Silvia Galvis Ramírez, en 1980, el periódico creó su Departamento Investigativo, el segundo del país, después del periódico El Tiempo, y el primero de un periódico regional.
La década de los ochenta fue de gran expansión para Vanguardia Liberal. Al observar que muchos diarios regionales venían en problemas y que las calidades de sus contenidos no eran las mejores, Alejandro Galvis Ramírez se propuso sacarlos adelante y liderar los desarrollos de la prensa en la provincia en Colombia. Entre estos periódicos están El Universal de Cartagena, La tarde de Pereira, El Liberal de Popayán y El Cauca. Con estos cuatro diarios se constituyó la Cadena Colombiana de Periódicos, que creció aún más con la creación de dos nuevos periódicos regionales. El Nuevo día de Ibagué y Vanguardia Valledupar.

A la par de estos cambios, el contexto colombiano se complejizó. No en vano, 1989 se recuerda como el momento en que Colombia estuvo al borde del abismo. El 16 de octubre de este año, sobre las 6:00 am, Bucaramanga despertó con un estruendo que se escuchó en gran parte de la capital santandereana. Las instalaciones de Vanguardia Liberal habían sido destruidas por un carro bomba. Aunque la Policía Nacional señaló como autores a ‘Los Extraditables’, en cabeza de Pablo Escobar, nunca se condenó a nadie por estos hechos.
El saldo, la muerte de tres empleados (José Noé García, José David Forero y Rafael Caballero) y la afectación severa de su infraestructura (el costo de los daños se calculó alrededor de dos mil millones de pesos). Sin embargo, el periódico no dejó de circular ni un solo día.
A mediados de los años noventa, Alejandro Galvis Ramírez había expandido los horizontes empresariales de su familia más allá de la actividad del periódico. Ante las obligaciones en tantos frentes, Galvis Ramírez diseñó un método de preparación para que los miembros de la tercera generación asumieran la dirección del mismo.
Sebastián Hiller Galvis, hijo mayor de Silvia Galvis, fue el primero en cumplir estos requisitos y asumió la dirección de Vanguardia Liberal en diciembre de 1995. A su llegada, Hiller identificó en la redacción la necesidad de modernización de los métodos de trabajo. Para ello se valió de los conceptos aprendidos durante su experiencia en los Estados Unidos: principalmente nuevas formas de ver la producción de información para darle más análisis y contexto a la noticia.
Más aún, la tercera generación de la familia Galvis especializó el periódico en el ámbito digital. El portal web empezó a funcionar en septiembre 1 de 1997. Para ello fue fundamental la sagacidad de Ernesto Galvis Blanco para reservar con tiempo el dominio en la web del sitio wwww.vanguardia.com.
Ante el sorpresivo fallecimiento de Ernesto, a mediados de 2002, su hermano Alejandro lo reemplazó en la gerencia del periódico para tratar de implementar la visión empresarial que juntos habían construido para todo el grupo empresarial desde que se vincularon a la transición generacional.

El reto correspondió también a la transición de ser un periódico impreso a ser un medio de información en toda su dimensión. Es decir, dar el paso de una plataforma de difusión limitada al papel a una digital con elementos de audio, video y actualizaciones. Además, con un cambio de cultura periodística al integrar estos elementos en el cubrimiento informativo.
En busca de aportar a la comprensión de estas nuevas realidades económicas, en 2003, Vanguardia Liberal dio inicio al proyecto 500 Empresas Generadoras de Desarrollo en Santander. Esta publicación anual, hoy vigente, compila los indicadores e informes especializados sobre la actividad empresarial de la región.
Desde 2012, el mandato de defensa de los intereses regionales ha adquirido un nuevo impulso bajo la figura de la Unidad Investigativa. El periodismo investigativo había seguido presente en el periódico tras el legado dejado por Silvia Galvis. Ahora bien, la llegada a la subdirección editorial de Diana Saray Giraldo, unido al trabajo de una generación de periodistas con vocación investigativa, permitió un trabajo más articulado y continuo.
En noviembre de 2013, se inauguró el proyecto Vanguardia TV con una entrevista al presidente Juan Manuel Santos, entonces de visita en Bucaramanga. A la par de la puesta en marcha de este proyecto televisivo, el portal vanguardia.com experimentó un proceso de modernización de largo aliento, con el fin de actualizarlo para la interacción con los usuarios y la sincronización con las redes sociales.

Servir a Santander
A comienzos de 2018, se anunció la designación de Diana Saray Giraldo Mesa como nueva directora de Vanguardia Liberal. Este cambio de liderazgo en el periódico. En tal sentido, la labor principal en estos nuevos tiempos es darle relevancia a esa generación de contenidos enfocándose en el nivel local y regional.
El 2019 es para Vanguardia un año de profundo significado. Llegar a sus cien años de existencia, el 1 de septiembre, es haber logrado construir un medio fiel a su vocación de servir a Santander, que ha sido capaz de sobreponerse a los más difíciles retos. Durante un siglo ha sido fiel a su compromiso diario de llegar a todos los santandereanos para informarlos de todo lo que ocurre en la región, en el país y en el mundo. A pesar de las dificultades, nada ha logrado destruir el espíritu combativo y de servicio a Santander que ha sido la razón de ser de este medio desde el primer día.
El periódico cuenta hoy con una página web, junto con su versión móvil, en la que diariamente tres millones de usuarios regulares se informan de lo que pasa en la región y en el mundo.
Han sido cien años en los que se han logrado sobrepasar inmensas dificultades para llegar a este aniversario. Su compromiso con esta región ha permitido que siga adelante, a pesar de días críticos y momentos históricos difíciles. Por eso, llegar a un siglo de existencia es una labor de compromiso constante de no desfallecer que ha permanecido en quienes han llevado las riendas del periódico.
El domingo 24 de marzo de 2019, los santandereanos despertaron y se encontraron con una sorpresa. En el albor de su centenario, el diario más importante de la región llegaba a sus hogares con cambios significativos. Tras un siglo bajo el nombre Vanguardia Liberal, pasaba ahora a llamarse Vanguardia, a secas. Pero además del cambio de nombre, a partir de entonces Vanguardia, adoptó un nuevo diseño, tanto en su versión impresa como digital.
El periódico cuenta hoy con una página web, junto con su versión móvil, en la que diariamente tres millones de usuarios regulares se informan de lo que pasa en la región y en el mundo. A su vez, cerca de ochocientos mil personas siguen las cuentas de Vanguardia en las redes sociales y más de cuatro mil reciben su servicio de mensajería instantánea a través de Whatsapp. A su vez, la versión impresa cuenta con 22.000 suscriptores y un tiraje de dos millones de ejemplares mensuales.
Vanguardia se mantiene al tanto de la cotidianidad y los intereses de la comunidad santandereana a través de los canales digitales.
Para atender adecuadamente los intereses de cada uno de estos grupos, la redacción del periódico ha experimentado un proceso de transformación para que los periodistas piensen y produzcan contenidos con una visión digitalizada del mundo informativo.
El centenario de Vanguardia llega en medio de los cambios y proyecciones requeridos por la realidad informativa, para seguir haciendo lo que ha hecho durante cien años de la mejor manera: contar la realidad de Santander para el mundo y la nación, al tiempo que ha permitido a los santandereanos conocer oportunamente lo que pasa más allá de este territorio regional. Nuestro reto es ¡seguir creyendo en Santander!
