Agua que transforma: el Impacto de EMPAS en la sostenibilidad de nuestro entorno

Cada acción que tomamos en EMPAS, desde el tratamiento de aguas residuales hasta la educación ambiental, está orientada a preservar el agua, recurso vital para la vida.

En EMPAS entendemos que el agua es un recurso fundamental para la vida y la sostenibilidad de nuestro planeta. Es por ello que a diario trabajamos para garantizar que el agua que tratamos sea segura, limpia y apta para su posterior uso, contribuyendo así al bienestar de las comunidades que servimos en Bucaramanga, Floridablanca, Girón y la zona norte de Piedecuesta.

A través de nuestros procesos de tratamiento de aguas residuales no solo buscamos mejorar la calidad del agua, sino también reducir el impacto ambiental, preservar nuestros recursos naturales y luchar contra el cambio climático.

Con la PTAR Río Frío gestionamos un promedio de 550 litros por segundo de agua residual diariamente, con los más altos estándares de calidad. Cada gota de agua que tratamos tiene un impacto directo en la salud pública y en la preservación de los ecosistemas. De hecho, al eliminar diariamente 16 toneladas de materia orgánica, evitamos que estos residuos se acumulen en los cuerpos de agua, lo que podría causar eutrofización y deterioro del ambiente acuático. Este es un esfuerzo constante para mejorar y prevenir problemas ecológicos que afectan tanto a los seres humanos como a la fauna acuática.

Eficiencia integral

Nuestra responsabilidad no se limita solo a tratar las aguas residuales, sino también a gestionar de manera sostenible los residuos generados durante este proceso. Los biosólidos resultantes del tratamiento son compostados y transformados en abono orgánico. Una práctica que contribuye a la reducción de residuos, y promueve la agricultura sostenible, ya que utilizamos el compost para la siembra de especies maderables y ornamentales, contribuyendo así a la reforestación y a la mejora de la calidad del suelo.

La eficiencia en el uso de los recursos también se refleja en el biogás que capturamos durante el tratamiento. Este biogás, que de otro modo podría liberarse a la atmósfera como un gas de efecto invernadero, lo capturamos y quemamos de manera controlada, contribuyendo de esta forma a la reducción de emisiones contaminantes y al combate del cambio climático, mejorando la calidad del aire en nuestra región y alineando nuestras acciones con los esfuerzos globales para mitigar el calentamiento global.

Sabemos que uno de los mayores desafíos que enfrentamos como prestadores del servicio de alcantarillado es la gestión de olores. Conscientes de la importancia de ofrecer un entorno limpio y saludable, hemos implementado sistemas avanzados de biofiltración que permiten tratar los olores generados en nuestras plantas. Esta tecnología, que utiliza un lecho filtrante natural, no solo mejora la calidad de vida de las comunidades vecinas, sino que también refuerza nuestro compromiso con la sostenibilidad y el bienestar de la población.

Educación para transformar

El compromiso con el medio ambiente va más allá de nuestras instalaciones y procesos internos. En EMPAS, creemos que la educación y la sensibilización son fundamentales para lograr una verdadera transformación en el uso del agua y la gestión de residuos. Por ello, a través de programas educativos como “EMPAS en Casa” y “Manos Amigas” fomentamos una cultura de respeto y responsabilidad ambiental que impacta positivamente tanto a corto como a largo plazo.

Lo que hacemos en EMPAS tiene un impacto profundo y duradero en nuestra región, un trabajo fundamental para el desarrollo sostenible, lo que representa un modelo a seguir para otras ciudades en el tratamiento y la conservación del agua.

Mejorar la calidad del agua, reducir el impacto ambiental, preservar los recursos naturales y luchar contra el cambio climático, hace parte de los objetivos que buscamos en EMPAS con los diversos procesos de tratamiento de aguas residuales.

“La gestión del agua debe ser eficiente y colectiva”: Acueducto Metropolitano de Bucaramanga

El agua como un recurso vital es, sin duda alguna, la base del desarrollo y el bienestar de cualquier territorio. Fotos: Suministradas AMB / VANGUARDIA

Gestionar el agua de manera eficiente no es solo una prioridad, sino una necesidad que debe ir más allá de la responsabilidad misma de las empresas de servicios públicos; este es un compromiso que debe ser asumido de forma colectiva, dado que involucra a todos los sectores de nuestra sociedad.

En este sentido, desde el Acueducto Metropolitano de Bucaramanga S.A. ESP. se ha liderado una estrategia de conservación y preservación de ecosistemas estratégicos de alta recarga hídrica, que hoy permite a las comunidades contar con fuentes de muy alta calidad, que sumadas a la infraestructura instalada de la empresa y la excelencia de su operación técnica, han garantizado la continuidad, calidad y cobertura del servicio.

Laboratorio de medidores del amb.

Sin embargo, como compañía, el amb S.A. ESP. enfrenta un reto que comparte con todos los acueductos del país: lograr una mayor eficiencia en la gestión del recurso hídrico. Esto implica reducir las pérdidas de agua, tanto técnicas como comerciales, siendo este el camino para atender la demanda actual, y poder, con ello, planificar y garantizar la disponibilidad del recurso futuro.

Ahora bien, en Bucaramanga y su área metropolitana existe una situación particular que impide optimizar los niveles de eficiencia en la gestión del recurso: el rezago tecnológico del parque de medidores de agua. Actualmente, un gran número de estos dispositivos supera los 20 años de antigüedad y, en algunos casos, se han identificado equipos con más de 30 años de operación, lo que compromete la precisión y justa medición de los consumos.

Hay que tener en cuenta que la medición precisa del consumo de agua potable es mucho más que un requisito técnico, es un compromiso ineludible con la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático. Solo mediante un registro confiable de los consumos es posible optimizar la gestión del recurso, reducir pérdidas y garantizar su disponibilidad para las futuras generaciones, asegura el Acueducto Metropolitano de Bucaramanga.

Tomar decisiones informadas y fomentar el uso consciente del agua no es una opción, es una necesidad urgente. Frente a los retos hídricos que enfrenta la humanidad, es fundamental que todos asumamos nuestro rol y actuemos de manera colectiva.

El compromiso con la gestión eficiente del agua es, en esencia, un compromiso con la vida y el futuro, en el que todos bebemos participar.

Cada gota cuenta en la lucha contra el cambio climático, la preservación de la biodiversidad y la construcción de un futuro digno para las próximas generaciones. La gestión eficiente del agua no solo implica optimizar procesos en la captación, tratamiento y distribución, sino también adoptar prácticas responsables en hogares, comercios e industrias, cumpliendo con los deberes que, como usuarios, nos corresponden.

El “Día Mundial del Agua”, que se celebra cada 22 de marzo, debe inspirar a actuar con responsabilidad y solidaridad, entendiendo que el recurso hídrico no tiene sustituto y que su cuidado es fundamental para el desarrollo social y sostenible de nuestra región.

ESSA presenta resultados positivos en su Informe de Sostenibilidad 2024

ESSA, empresa prestadora del servicio de energía en el oriente colombiano, presentó el pasado 14 de marzo el informe de sostenibilidad correspondiente al año 2024, destacando los logros alcanzados en materia ambiental, social y de gobernanza. Fotos: Suministradas ESSA / VANGUARDIA

Durante la asamblea, dirigida a los accionistas de ESSA, Guillermo León Valencia Agudelo, gerente de la Electrificadora de Santander, resaltó los principales hitos alcanzados por la empresa en 2024 en su propósito de contribuir a la armonía de la vida para un mundo mejor.

Uno de los principales retos estratégicos de ESSA es llevar energía eléctrica a todos los habitantes de su área de influencia, por lo que alcanzó los 941.645 clientes con una cobertura total del 98,86 % del servicio de energía en el territorio donde hace presencia.

Este resultado es posible gracias a los programas de electrificación rural, como Puntas y Colas y el Plan de Expansión de Cobertura (Pecor), a través de los cuales 1.315 familias campesinas recibieron el servicio de energía eléctrica por primera vez con una inversión de $1.929 millones.

ESSA desarrolló estrategias como la de suscriptor comunitario, implementada para normalizar el servicio en sectores subnormales que benefició a 238 familias en el Magdalena Medio, con una inversión superior a los $760 millones, logrando una recuperación energética de 187.129 kWh/año. Además, se adoptaron iniciativas como la instalación de medidores prepago, el programa “Paga a Tu Medida” y los planes de financiación, que beneficiaron a los clientes.

En cuanto a la calidad del servicio, ESSA superó las metas regulatorias, reduciendo la duración de las interrupciones y la frecuencia de estas. El SAIDI (indicador de duración de interrupciones) pasó a 17.77 horas, frente a 19.83 horas en 2023; y el SAIFI (indicador de frecuencia de interrupciones) a 8.37 interrupciones, frente a 9.96 en 2023. Estos resultados fueron posibles gracias al Plan de Mejoramiento de la Calidad del Servicio, la expansión y reposición de infraestructuras, la instalación de equipos, las podas y las inspecciones.

A cierre de 2024, ESSA reportó una ejecución acumulada de $165.654 millones en infraestructura, alcanzando un 95% de las metas establecidas. La inversión total, incluyendo intangibles y otras inversiones, ascendió a $201.149 millones. Entre los proyectos destacados se encuentran la reposición y modernización de las Subestaciones Palos (115 kV) y Bucaramanga (230 kV).

“Con una visión clara hacia el futuro, trabajamos para seguir siendo un referente en el sector energético, enfocados en la sostenibilidad, la innovación, la excelencia en el servicio y los retos 2030 de desarrollo sostenible”: Querubín de Jesús Vanegas Sánchez, Presidente Junta Directiva ESSA y Guillermo León Valencia Agudelo, Gerente de ESSA.

Además, ESSA debutó en la Bolsa de Valores de Colombia con una emisión de bonos de deuda pública interna por $300.000 millones, que alcanzó una sobredemanda de 1.58 veces lo solicitado, reflejando la confianza de los inversionistas. Esta confianza se vio respaldada por la calificación AAA de largo plazo otorgada por Fitch Ratings.

En el ámbito ambiental, la empresa sembró 27.410 plántulas en municipios como Rionegro, Barrancabermeja y Barichara, como parte de su programa BioESSA para la protección hídrica. Además, realizó la siembra de 486.000 alevinos y la instalación de 12 huertos leñeros.

A través de su estrategia de movilidad sostenible, ESSA inauguró una nueva eco estación para la carga de vehículos eléctricos en Barrancabermeja. También logró la captura de 12.793 toneladas de CO2 equivalente, mediante la conservación de 448.34 hectáreas de áreas protegidas y desarrolló iniciativas complementarias como la instalación de equipos profauna.

Como otro de los hitos importantes, ESSA obtuvo en 2024 la certificación Great Place to Work, un reconocimiento a la calidad de su ambiente laboral, políticas y prácticas.

Para conocer el Informe de Sostenibilidad ESSA 2024, visite el portal web de la empresa www.essa.com.co en el enlace: https://www.essa.com.co/site/transparenciaita/transparenciaessa/informesdesostenibilidad el cual fue diseñado bajo el concepto “Nuestra Gestión Construye Gestión”, destacando el importante aporte que hace ESSA al crecimiento y a la competitividad del territorio donde hace presencia.

ESSA logró una cobertura total de energía del 98,86 % en Santander, beneficiando a 941.645 clientes durante 2024.

Fuertes lluvias azotarán a Santander este semestre

El Ideam advierte que en abril y mayo próximos se experimentará un aumento significativo de las lluvias, que podría ir hasta mitad de año. Se prevé que sean más intensas en relación con el mismo período de 2024. Fotos: Archivo / VANGUARDIA

La temporada de lluvias en Santander, que este año comenzó en marzo, se presenta con condiciones climáticas inusuales, marcadas por precipitaciones superiores al promedio histórico.

Según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, Ideam, las lluvias estarán influenciadas por una combinación de factores climáticos como la formación de abundantes nubes en la zona de confluencia intertropical, fenómenos variables como la onda mediana y la oscilación Madden y Julian (MJO), que explican el movimiento natural de los vientos y nubes, que se suman a la temporada típica de lluvias de inicio de año.

La última temporada seca registrada en Colombia entre octubre y enero pasado, fue atípica, pues estuvo caracterizada por precipitaciones por debajo de los promedios históricos. Esta situación contrasta con lo experimentado en marzo de este año, donde las lluvias aumentaron y las alertas aparecieron para regiones con historial de afectaciones.

Con este panorama, el Ideam proyecta que en marzo los niveles de lluvia en Santander alcancen un 20% más de lo registrado el año pasado, mientras que en abril estima que el aumento sea del 50%. Sin embargo, en abril habrá días con picos de lluvia de hasta el 60%. En el resto del país, se esperan precipitaciones cercanas a los valores climatológicos habituales, explica Tatiana Sierra, subdirectora de Meteorología del Ideam.

En mayo, por su parte, continuarán las lluvias, aunque con un 20% por encima de los promedios históricos. No obstante, habrá una disminución gradual de lluvias hacia el final del mes. Para junio, las lluvias comenzarán a ceder, aunque se mantendrán presentes debido a la influencia de los patrones climáticos estacionales y el inicio de la temporada de huracanes.

Aunque la región ya está “experimentando condiciones de Niña”, es decir, eventos oceánicos y atmosféricos que pueden generar lluvias muy intensas, el Ideam precisa que no ha declarado este fenómeno y, a pesar de los picos altos de lluvias que vendrán en abril, tampoco asegura que La Niña se desarrolle totalmente en la región. La Niña es un fenómeno reconocido en la zona de Los Andes por el aumento de las precipitaciones, asociado también a otros factores climatológicos.

Preocupante panorama en Santander

La situación en Santander es preocupante por algunas zonas con terrenos inestables y suelos saturados. Según la Subdirectora de Meteorología del Ideam, hasta el pasado miércoles había “ocho municipios en nivel rojo por amenaza de deslizamientos de tierra (Ver cuadro), lo que significa que los habitantes deben estar atentos a las alertas y tomar las precauciones necesarias”.

El riesgo es mayor en áreas cercanas a ríos como Chicamocha, Sogamoso, Lebrija, Oro y Fonce, cuyas cuencas hidrográficas podrían registrar incrementos en sus niveles debido a las intensas lluvias que se avecinan.

La información constante y la preparación de las comunidades junto con las Oficinas de Gestión de Riesgo de Desastres de cada municipio, serán esenciales para actuar frente a una posible emergencia, expresa el Ideam.

Aunque en algunas zonas de Santander abundarán las lluvias, en otras se experimentarán precipitaciones más moderadas, como en las zonas cercanas al Valle del Río Chicamocha y al Magdalena Medio (Barrancabermeja y Puerto Wilches). Tradicionalmente, esas dos zonas son las que reciben menos lluvias debido a factores geográficos y la influencia de corrientes de aire seco.

“Entre las acciones preventivas más destacadas están la identificación de zonas de riesgo y la elaboración de planes de evacuación, en caso de crecientes súbitas de los ríos. Asimismo, es fundamental la creación de sistemas de alerta temprana a nivel comunitario, que permitan informar a la población sobre los riesgos inminentes”, expresó Eduard Jesús Sánchez Ariza, jefe de la Oficina para la Gestión del Riesgo de Desastres de Santander.

Municipios en riesgo

Los municipios que ya tienen alertas por riesgo en Santander son:

• Betulia
• Contratación
• Girón
• Guadalupe
• Oiba
• Sabana de Torres
• San Vicente de Chucurí
• Suaita

El valor de páramos y humedales en la vida del planeta

Se trata de ecosistemas estratégicos que desempeñan un papel vital en la acumulación de agua y la preservación de su biodiversidad. Foto: Archivo / VANGUARDIA

¿Sabía usted que en Colombia existe la mayor extensión de páramos en el mundo? En nuestro territorio hay 37 páramos, 36 de ellos delimitados. En Santander, por ejemplo, hay 194.501 hectáreas en área de páramos, de las cuales 96.634 corresponden a Almorzadero y 46.000 a Santurbán – Berlín.

¿Y, por qué son tan importantes? Los páramos son ecosistemas estratégicos por la generación y regulación del ciclo del agua y su abastecimiento, tanto para el consumo humano como para riego y desarrollo de actividades económicas. Se estima que el 85 % del agua utilizada en Colombia nace en estos ecosistemas.

El páramo de Santurbán, que tiene una extensión total de 157.705 hectáreas, proporciona agua a más de 2 millones de habitantes. Santurbán da origen a múltiples cursos de agua, como los ríos Tona, Cachirí, Suratá y Manco, en Santander, así como a los ríos Pamplonita, Peralonso, Zulia, Sardinata y Cáchira en Norte de Santander. De esa forma, Santurbán abastece acueductos de Cúcuta, Bucaramanga y otros municipios, donde residen más de 2 millones 300 mil habitantes.

A esto se suma que los páramos tienen una amplia riqueza biótica, es decir, gran variedad y abundancia de flora, fauna y microorganismos, cada uno con gran diversidad genética. Por ser generadores de vida y agua, pero también por su vulnerabilidad ante el cambio climático, diversos sectores han manifestado el interés por su conservación y manejo sostenible, cuidado que tiene sus orígenes en la Constitución Política y en la Ley 99 de 1993, hasta la Ley 1930 de 2018, que ratificó al Minambiente la función de delimitarlos para excluirlos de actividades productivas.

Otro ecosistema estratégico muy importante y singular son los humedales, que permiten la acumulación del agua de forma temporal o permanente y tienen asociados un tipo de vegetación y organismos adaptados a los períodos hidrológicos.

En el Departamento, los humedales del Magdalena están distribuidos en los municipios de Puerto Wilches, Sabana de Torres, Barrancabermeja, Simacota, Puerto Parra, Cimitarra y Bolívar, con un área aproximada de 846 mil 729 hectáreas, en jurisdicción de la Corporación Autónoma de Santander, CAS.

La CDMB, por su parte, ha identificado y declarado área de protección el Distrito de Manejo Integrado (DMI) del complejo de la ciénaga de Papayal, que hace parte de los humedales del Bajo Rionegro, que tienen un área aproximada de 25.743 hectáreas y que comparten con la CAS y Corpocesar.

En Santander, la CDMB y la CAS, como autoridades ambientales, han declarado ocho DMI, sin embargo, la mayoría no tiene planes de manejo establecidos.

Fuentes: Ministerio de Ambiente e Informe de Desarrollo de Santander – Sostenibilidad Ambiental 2022 – Prosantander

Los guardianes de los recursos hídricos de los páramos

Los frailejones son vitales para el ecosistema de páramos, ya que retienen agua y la liberan lentamente, con lo cual alimentan fuentes hídricas que abastecen ciudades y regulan el ciclo del agua en los páramos.

¡Aproveche el agua de lluvia en casas y empresas!

En tiempo de intensas lluvias lo ideal es aprovechar este recurso para usos poco frecuentes en las viviendas o empresas, como una forma de apostar a la sostenibilidad y reducir el consumo de agua potable. Estas son algunas ideas que fácilmente se pueden poner en práctica. Foto: Freepik / VANGUARDIA

1. Recoja y reutilice

En la casa, a través de un sistema de recolección en el techo o con recipientes en el jardín se puede recoger agua de lluvia para riego de plantas, lavar vehículos, lavar pisos o exteriores y usarla en inodoros, entre otros servicios.

2. Otros usos

Si tiene una piscina, el agua de lluvia puede ser útil para llenarla o mantener su nivel, lo que representa un ahorro considerable.

3. Menos agua potable

Las empresas que cuentan con sistemas de refrigeración (como aire acondicionado industrial o enfriadores evaporativos) pueden aprovecharla para estos fines, reduciendo la demanda de agua potable.

4. Energía limpia

Si la empresa tiene suficiente espacio y recursos, puede considerar la instalación de una pequeña planta hidroeléctrica o sistema de turbinas que aproveche esta agua para generar energía renovable.

5. En caso de emergencia…

Tener agua de lluvia almacenada en tanques o cisternas puede ser una medida útil en situaciones de emergencia, como cortes de agua, sequías o desastres naturales.

6. Compromiso de todos

Implementar un sistema de recolección de agua de lluvia no solo tiene beneficios operativos, sino una oportunidad para involucrar a los empleados en iniciativas de sostenibilidad, generando una cultura organizacional más consciente del uso responsable del agua.

7. Responsabilidad social

Algunas empresas implementan proyectos de recolección y uso de agua de lluvia como parte de sus iniciativas de responsabilidad social, beneficiando a la comunidad local con acceso a agua para riego, educación sobre sostenibilidad, o mejorando las condiciones de vida.