El anuncio fue realizado hoy por el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, durante una rueda de prensa en la Reserva Natural Gault de la Universidad de McGill, unos 50 kilómetros al sur de Montreal.
Pero Trudeau, que tiene previsto convocar elecciones generales para octubre de este año y en estos momentos se encuentra en segundo lugar en las encuestas por detrás del Partido Conservador, explicó que las autoridades canadienses todavía no tienen una lista de los productos que estarán prohibidos.
El primer ministro canadiense declaró que la decisión de qué productos específicos serán prohibidos estará basada en «ciencia» y que se darán a conocer «cuando sea apropiado».
El anuncio se produce también en medio de la polémica desatada por el envío de Canadá a Filipinas en 2013 y 2014 de decenas de contenedores de basura plástica, y otros desechos, que no puede ser reciclada.
Tras años de disputa diplomática, Canadá se ha visto obligada a aceptar el regreso de los contenedores que han estado estancados desde hace casi seis años en el puerto de Manila.
Un estudio dado a conocer a principios de este año reveló que Canadá solo recicla un 9 % de la basura plástica que genera y que el 87 % de los productos plásticos acaba en los vertederos.
El Gobierno de Canadá explicó que para 2030, si nada cambia, los canadienses tirarán a la basura materiales plásticos por valor de 11.000 millones de dólares canadienses (unos 8.140 millones de dólares estadounidenses) al año.
Trudeau reconoció hoy que Canadá no está haciendo lo suficiente para enfrentarse un problema que ha pasado de ser una crisis medioambiental a una amenaza a la salud ya que recientes estudios han descubierto plástico en el aire, el agua de consumo y la comida.
«Hemos alcanzado un momento decisivo y este es un problema que simplemente no podemos permitirnos ignorar», declaró Trudeau.
«Al mejorar la forma en que gestionamos la basura plástica e invertir en soluciones innovadoras, podemos reducir 1,8 millones de toneladas de carbono de contaminación, generar miles de millones de dólares en ingresos y crear aproximadamente 42.000 empleos», añadió el primer ministro canadiense.
La ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático de Canadá, Catherine McKenna, añadió que son corrientes «las impactantes imágenes de peces, tortugas de mar, ballenas y otros animales lesionados o muertos por la basura plástica en nuestros océanos».
«Los canadienses esperan que actuemos», añadió McKenna.