Los barranqueños vivieron una noche de martes y madrugada de miércoles de verdadero espanto; el torrencial aguacero que cayó sobre suelo bermejo inundó varios sectores, hizo caer varios árboles y, lo que es peor, generó deslizamientos que por poco sepultan a cuatro familias en zona de alto riesgo.
Las diferentes emergencias pusieron en máxima alerta a los organismos de socorro, Bomberos, Defensa Civil, y Comité de Gestión del Riesgo de Desastres, las cuales pusieron a disposición toda su capacidad instalada para atender los llamados desesperados de los damnificados, quienes en la intemperie tuvieron que capotear la tormenta acompañada de rayos y centellas.
Quedaron en la calle
La situación más grave, bajo la fuerte lluvia, la vivieron dos familias en el asentamiento humano Cielo Abierto.
En ese sector de la comuna Siete resultaron afectadas dos viviendas, una de ellas destruida en su totalidad, por el alud que cayó en horas de la madrugada.
Quienes más perdieron en la avalancha fueron don Luis Herrera Delgado, de 54 años, y su hijo Wilfredo, de 18.
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A ambos en la mañana, cuando la tormenta había pasado, se les vio removiendo escombros y sacando el lodo y piedras que ladearon su morada; varios troncos pusieron contra la fachada, para evitar que se viniera definitivamente al piso.
Durante la borrasca lo perdieron todo, camas y electrodomésticos quedaron inservibles, solo les quedó un par de gallos, criados y cuidados por Wilfredo para la venta, que es una de las actividades que realizan padre e hijo para ganarse la vida; la otra es el reciclaje.
“Empezó a llover a las 11:00 de la noche, la tormenta era terrible. Intentaba sacar el agua que se estaba metiendo, cuando sentí la avalancha, un ruido fuerte escuché, mi hijo estaba durmiendo, le dije: Lucho, así le digo de cariño a mi hijo, ¡levántese, que se nos vino la casa encima! Lo perdimos todo. La casa del vecino también se vio afectada con el derrumbe, allí vive con su esposa y su pequeño hijo. Ahora no tengo para dónde coger y necesito la ayuda, el buen corazón del alcalde, para que me ayude, porque la situación está bastante mal”, narró don Luis.
Minas del Paraíso
A pocas cuadras de la emergencia en ‘Cielo Abierto’, otras dos familias en el barrio Minas del Paraíso clamaban por ayudas al gobierno local, sus casas habían sufrido daños, a causa del deslizamiento que la lluvia ocasionó en una colina contigua.
Shirley Johana Velasco, propietaria de una de las viviendas afectadas por el alud, advirtió que estuvieron a punto de morir cuatro adultos y dos niños.
“Como a las 11:00 de la noche se cayó el primer barranco, que cayó sobre mi casa, tres horas después, como a las 2:00 de la madrugada se vino el barranco de la parte de atrás, que afectó la casa de la vecina, se entró el agua y el barro a su morada. La lluvia fue bastante fuerte, todos salimos corriendo porque nos dio mucho miedo, el barranco se nos estaba viniendo encima. Un estruendo nos paró de las camas, se escuchó el golpe, cuando una masa de agua, tierra, lodo y piedras impactó la pared del patio de la casa. Estamos en la falda de una colina, con elevación considerable, y voluntarios de la Defensa Civil que vinieron a socorrernos y a realizar una inspección de los daños, nos aseguraron que con una lluvia más se puede venir abajo y sepultar toda la casa. Temo por mi vida y la de mis dos pequeñas hijas y un bebé”, relató la mujer.
Shirley Johana pidió a las autoridades asistencia, ayuda inmediata, solicitó que sea construido un muro de contención, o que en su defecto sea reubicada.
“Exigimos una solución pronta, o es que están esperando que ocurra una catástrofe donde mueran personas. En el sector hay como 10 viviendas en riesgo de deslizamiento, es mucha la gente que podría quedar enterrada por un alud”, reclamó.
Reporte de las autoridades
El director del Consejo de Gestión del Riesgo de Desastres de Barrancabermeja, Roberto Bernal, informó que producto del intenso aguacero se generaron dos deslizamientos de tierra, uno en el asentamiento humano Cielo Abierto, donde resultaron afectadas dos viviendas; y otro en una colina del barrio Altos del Campestre, afectando dos viviendas del barrio Minas del Paraíso, ubicadas en la parte baja. “Se han caído varios árboles en diferentes zonas del Puerto Petrolero. En cuanto al nivel del río Magdalena, está bajando, el miércoles amaneció en 2,84 metros, descendió 28 centímetros, y la alerta pasó de naranja a amarilla”, manifestó Bernal.