De acuerdo con Felipe Chica, médico veterinario de la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga, CDMB, la boa constrictor fue hallada el pasado martes por unos trabajadores del conjunto residencial Valmonti, en Floridablanca, mientras se realizaban labores de mantenimiento y jardinería en sus alrededores.
Aunque la boa de dos metros causó pánico, Chica aseguró que este animal “no constituye un riesgo para la población porque no son venenosos y su tamaño no se considera para que se coma un niño. Son de zona silvestre que tienden a defenderse si se sienten amenazados, pero no son peligrosos”, agregó.
Una vez fue encontrada y se avisó a la entidad de la situación, funcionarios llegaron al lugar para recogerla y llevarla al Centro de Atención y Valoración.
Chica explicó que la aparición de este animal se debe a la presencia de otros como las “ratas, ratones y zarigüeyas, de los cuales se alimenta”.
Sin embargo, a esto se suma la temporada invernal, lo que hace “más constante la presencia de estas especias”, se indica en un comunicado de la entidad.
En este caso, “la cercanía del conjunto a la quebrada y la zona boscosa hacen que sea un hábitat corriente para su desplazamiento”, agregan.
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Se estima que entre 7 y 10 boas constrictoras llegan a la CDMB cada semana, gracias a los reportes que hace la ciudadanía desde Bucaramanga y su área metropolitana.
Luego de ser valoradas, mencionó el médico veterinario, “son marcadas con un microchip para identificarlas y se ponen nuevamente en corredores biológicos naturales, en lo posible que sean zonas alejadas de las urbanizaciones, para evitar accidentes”.
Para reportar la aparición de estos animales la comunidad se puede comunicar a la línea de la Policía Ambiental, 123, o a la coordinación de flora y fauna, 6346100 y marcar la extensión 4100.
